Tenía 9 ó 10 años cuando me enamoré del arte por primera vez.
Sucedió en Florencia, Italia, y apenas conservo muchos recuerdos de aquel
viaje, lo único que recuerdo y recordaré a la perfección toda la vida será aquella sensación
indescriptible y arrolladora que me causó levantar la mirada del suelo y
contemplar por primera vez la catedral de Florencia. La gente observaba el
monumento a través del visor de sus cámaras y para mí era imposible apartar la
mirada. Al lado de aquel edificio cualquiera se sentía pequeño, pero yo me
sentía gigante, cosa irónica cuando eres una cría de 9 años. Poco a poco me fui
acercando a la entrada sin apartar la vista de la fachada, subí los escalones y
sentí la necesidad de colocar mi mano derecha en el mármol. Tocar con mi propia
mano algo que poseía siglos de historia me hizo sentir tan especial, que desde
entonces, a cada edificio histórico que voy coloco mi mano derecha en él. Sé
que suena a tontería, pero hace que me sienta parte de su historia.
Santa María del Fiore desencadenó mi pasión por el arte en la
arquitectura, escultura y sobre todo en la pintura. Mi época favorita sin duda
es el Renacimiento, siendo la catedral de Florencia mi edificio más preciado. En cuanto a
escultura, 'Apolo y Dafne' del Barroco de Bernini y 'Eros y Psique' del neoclásico de Cánovas
lideran mi lista, y en pintura, el gran Velázquez ocupa el puesto de pintor
favorito, pero, mi pintura favorita es 'El nacimiento de Venus' de Botticelli.
Nunca he sabido por qué es mi obra favorita, simplemente supe que lo era.
Venus aparece tan radiante y femenina, y el cuadro está tan
lleno de vitalidad… Creo que toda la armonía, belleza, equilibrio y simetría que perseguían en el Renacimiento se encuentra en esta obra.
"Los espejos se emplean para verse la cara, el arte para verse el alma" - George Bernard Shaw